Cosa interesante

Recuerdo un montón de cosas de cuando era niño, tanto buenas como malas. Una de esas cosas malas, fue la primera vez que robé algo. Y no fue a una persona ni a una fuente, fue en un Devoto. Más o menos alrededor de los 8 o 9 años, estaba haciendo un surtido con mamá, mis hermanos y amigas de mamá, seguramente el primer surtido en un supermercado que acompañaba a mamá, porque sino no logro explicar el crimen que cometí. Desde que entramos al Devoto, me llamó mucho la atención una pasta de dientes que nunca ví antes, tenía un diseño de Bob Esponja, al igual que un montón de cosas que yo no estaba acostumbrado a ver (niño inocente que solo iba a hacer mandados en kioscos y panaderías) o que solo ví en anuncios de la tele. Una vez terminamos de hacer el surtido y estando ya afuera del Devoto, le dije a mamá que me había olvidado de algo y que me esperen. Fui corriendo hacia el Devoto, agarré la pasta de dientes y volví a salir, sin pagar y sin consecuencias. Cuando le mostré a mamá lo que había conseguido, ella se quedó sorprendida y me rezongo por haberlo hecho y fuimos a devolverlo, aunque me lo terminé quedando, no recuerdo si fue porque me lo pagaron o me lo regalaron como recompensa por tal hazaña. Claramente no entendía los pasos de comprar algo en un super, porque era distinto a cuando yo hacía las compras en un kiosco o panadería. En un kiosco, por lo menos en los que me tocaron hacer mandados, yo no tenía la opción de agarrar las cosas, simplemente estaban a la vista y yo señalaba lo que quería al señor y él me lo daba, o directamente le daba la lista con lo que necesitaba y me lo daban, yo le daba la plata y me iba con las cosas. Lo mismo en una panadería, pido y señalo lo que quiero, me lo dan, pago y me voy. En un super podés agarrar todas las cosas quieras, e incluso ponerlas en un carrito durante la recorrida y ahí pagas cuando estás a punto de irte. Mi cerebro de escuincle veía a la gente irse del lugar con carritos y agarrar las cosas de las repisas sin pagar, y seguramente pensé que el paso de pagar no aplicaba en un lugar así. Conclusión, siempre hay una primera vez para todo, y estuvo genial que lo haya tenido de niño donde mis mayores problemas era completar el cuaderno de deberes y que mamá no firme mi carnet